lunes, 22 de diciembre de 2008

Denuncia presentada a la Fiscalia contra los destructores.

Lima, 16 de marzo del 2005.

Sres. Fiscalía Especializada en Acción vinculadas a la Preservación
Patrimonio de la Nación.

Asunto: Evidente peligro de destrucción por arenera de la Zona Arqueológica Quebrada Longuera

De mi mayor consideración.

El suscrito Licenciado en Arqueología con Colegiatura Nº 0040091, identificado con DNI Nº 07063176, con domicilio fiscal en Jr. Huamachuco 1741, Dpto 108, distrito de Jesús María.

La Quebrada Longueras se encuentra ubicado en el Distrito de Ate-Vitarte, muy cerca al cementerio moderno de dicho distrito; en toda la quebrada se encuentran evidencias arqueológicas como recintos y construcciones de piedras y tapiales, de la misma manera un área de enterramientos humanos y terrazas en las laderas de dicha quebrada; se han observado evidencias arqueológicas características del Período Inca Imperial (cerámica), indicando la importancia del lugar. Lamentablemente (como sucede con la mayoría de los yacimientos arqueológicos del país), este lugar carece de investigaciones científicas y de la misma manera el INC no ha efectuado el registro debido de este sitio. (Ver foto aérea que se adjunta).

En dicha quebrada se ha instalado una empresa arenera la cual se encuentra explotándola como cantera de dicho material, en ningún momento se ha comunicado al Instituto Nacional de Cultura sobre estas labores ni mucho menos se ha contado con ningún tipo de estudio de impacto ambiental previo, poniendo en serio peligro de destrucción directa e indirectamente las evidencias arqueológicas existente en el lugar.

Se ha venido denunciando constantemente el peligro evidente de destrucción del patrimonio arqueológico que se encuentra en la Quebrada Longueras; a raíz de estas denuncias el Instituto Nacional de Cultura (INC), ordeno y efectuó a fines de enero del año en curso una inspección en el lugar para lo cual destaco al arqueólogo Rafael Segura (personal de la Dirección de Supervisión y Peritaje de Zonas Arqueológicas del INC) y a la Dirección del Museo de Sitio Puruchuco-JB.

En dicha diligencia el personal del INC fue impedido de ingresar a la zona por parte del personal de otra empresa que se dedican a la fabricación de ladrillos, quienes han cerrado con tranqueras el acceso al interior de dicha quebrada; mientras el personal de esta ladrillera impide el ingreso a la quebrada los volquetes y tractores de la arenera siguen trabajando en el interior, en un caso de concertación de intereses entre dichas empresas. La dirección del Museo de Sitio de Puruchuco emitió el informe Nº 008-05-INC/MSAJB-P, recibido con fecha 7 de febrero del 2005 en mesa de parte del INC, en donde informan sobre el impedimento para cumplir dicha inspección y sugiere la inmediata denuncia hacia esta Fiscalía sobre este caso de evidente peligro en que se encuentra dicho yacimiento arqueológico.

Ignoramos por que el INC no ha tramitado dicha denuncia a esta fiscalía, considerando que el informe donde se pide denunciar este hecho ante este despacho fue recibido por dicha institución el 7 de febrero (casi 6 semanas atrás); teniendo en cuenta, además, que a la fecha los volquetes siguen acarreando arenas que se extrae de la quebrada Longueras; motivo por el cual, la omisión de responsabilidad del INC, me veo en la obligación de hacer personalmente esta denuncia ante su despacho.

Es necesario, además, deslindar responsabilidad con la Municipalidad Distrital correspondiente por haber dado la licencia de funcionamiento de dicha arenera; de la misma manera, es necesario deslindar la responsabilidad del Ministerio correspondiente por haber emitido la concesión de dicho lugar sin haber exigido el estudio de evaluación arqueológico, al menos aprobado por el INC, que la ley exige.

Esperando que su despacho ordene, a quien corresponda, la inmediata inspección en el lugar y se tome las medidas adecuadas en salvaguarda del Patrimonio Cultural de la Nación que existen en la quebrada Longuera, quedo de usted.

Atentamente,

Arqueólogo Daniel Chumpitaz Llerena
Colegiatura COARPE Nº 040091


CC: Colegio de Arqueólogos del Perú.

Detengamos la destrucción de nuestro rico patrimonio arqueológico en Ate-Vitarte.

Detengamos la destrucción de nuestro rico patrimonio arqueológico en Ate-Vitarte.

La zona arqueológica La Longuera, ubicada en la quebrada del mismo nombre en el distrito de Ate-Vitarte; más exactamente en la Av. Marco Puente Llanos en la Asociación Barbadillo, para ingresar a esta zona hay que hacerlo pasando por la Ladrillera Proceram.

Esta ladrillera junto con otros ha formado una empresa arenera informal que viene destruyendo este importante sitio arqueológico; para la extracción de la arena han demolido las estructuras arqueológicas con tractores y han procedido a la extracción de este material arrasando, inclusive, las tumbas que ahí se encuentran.

Este atentado contra el patrimonio cultural de todos los peruanos se viene realizando desde inicios de este año ha vista y paciencia de las autoridades locales, especialmente del alcalde distrital. Esta mafia organizada han contratado matones quienes han impedido que inspectores del Ministerio de Energía y Minas ingresen al sitio para verificar lo ilegal de esta acción; de la misma manera han impiden el ingreso de los Arqueólogos del INC en diversas oportunidades; llegando inclusive a impedir el ingreso del fiscal, quien recién en una segunda inspección y con resguardo policial pudo ingresar.

La constatación del fiscal es de más escalofriante, ha verificado la demolición de un porcentaje importante de los muros arqueológicos; ha encontrado fragmentos de vasijas, textiles y restos humanos en el fondo de la cantera donde extraen la arena; de la misma manera ha ubicado el lugar donde queman las momias que sacan junto con la arena; la venta de los valiosos cerámicos incas que desentierran las tractores se venden a vista y paciencia de todos, realmente una tragedia cultural para nuestro país.

Desde enero a Octubre son 10 meses de arrasamiento diario de nuestro rico patrimonio cultural sin autoridad alguna detenga tamaño crimen de lesa cultura.

En la actualidad nuestra denuncia ante la 5ta. Fiscalía de Prevención del Delito al Patrimonio Cultural ha sido tramitada ya a la 45 Fiscalía Penal al comprobarse el delito contra el patrimonio cultural; mientras el proceso ante el poder público sigue su lento curso tendremos que seguir contemplando la destrucción diaria de nuestro patrimonio arqueológico (importante recurso para el turismo), sin que ningún autoridad pueda detener este acto vandálico??.

Arqueólogo Daniel Chumpitáz Llerena.
COLEGIO ARQUEÓLOGO del PERÚ Nº 040091
Registro Nacional de Arqueólogo INC Nº CCH-0251
25 de octubre del 2005.

LONGUERAS: LAS PIRÁMIDES PRE-INKA Y CEMENTERIO INKA

LONGUERAS: LAS PIRÁMIDES PRE-INKA Y CEMENTERIO INKA

Daniel CHUMPITÁZ LLERENA
Arqueólogo
dachll@yahoo.com

Los valles que conforman la actual ciudad de Lima fueron intensamente ocupadas por aldeas, villorrios, palacios y ciudades, esta ocupación humana se ha dado de una forma continua y permanente desde hace miles de años atrás.

Coincidentes con el inicio de la era cristiana, en todo el territorio de lo que ahora es el actual Perú, sucedió toda una revolución urbana nunca antes vista; se comenzaron a construir ciudades o centros urbanos compuestos por grandes edificios de forma piramidales. Tenemos en el valle del Rímac grandes ciudades de barro compuestas por conjuntos de pirámides: La ciudad de Maranga y Cajamarquilla; en el Valle del Chillón tenemos el lugar conocido como Culebras y; en el Valle de Lurín la gran ciudad de Pachacamac entre otros.

Centro Urbano Longueras Oculto

Al margen izquierdo del río Rímac en el actual distrito de Ate, al inicio del valle medio del Rímac, entre los cerros que forman la Quebrada Longueras estaba oculta una ciudad de barro compuestas por grandes edificios piramidales, monumento arqueológico olvidado por la historia y las autoridades competentes.

En épocas de la colonia fue política española hacer un inventario detallado de todos los asentamientos y pobladores existentes como una forma de control sobre los recursos, para poder tasar los impuestos que la Corona Española debería recaudar; de ahí la existencia de estas relaciones de visitas españolas de todos los pueblos y asentamiento existente en ese momento.

El hecho que el asentamiento de la quebrada Longueras no este citada en ninguna de estas relaciones de visitas estaría indicando que este lugar ya no funcionaba a la llegada de los españoles a nuestras tierras, además de su posición de estar totalmente oculto de la vista de todos, por estar encerrado entre los cerros de esta quebrada. Si recordamos este no es el único caso en la zona, la importante ciudad de barro compuesto por grandes complejos de edificios Piramidales de Cajamarquilla, también nunca fue mencionado en ninguna relación de visitas, dado que a la llegada de los españoles Cajamarquilla ya no estaba en funciones o su población existente ya no era muy relevante para la economía española.

Longuera también se mantuvo oculto para todas las expediciones realizadas en los primeros expedicionarios científicos arribados al Perú, como: Ephrain G. Squier (1864) investigo toda esta zona y no menciona este lugar; de igual manera Ernst W. Middendorf, (1894); en 1905 Max Uhle visita toda esta zona y tampoco menciona Longueras. De los estudiosos peruanos tenemos al Padre Villar Córdova, a Julio C. Tello entre otros que han trabajado mucho esta zona y no mencionan este lugar; si bien es cierto, tanto Uhle como Tello se conoce muy poco sobre sus trabajos en estos sitio por estar sin publicar sus informes, pero aún así no tenemos noticias que hallan trabajo o conocido este sitio.

Haciendo una revisión de los trabajos realizados en esta última etapa de nuestra historia por los actuales investigaciones tuvimos un negativo resultado en nuestras averiguaciones, Longueras se ha mantenido oculto incluso para las nuevas generaciones de científicos, es muy probable que existan algunas referencias de visitas por algún científico explorador de los tantos que han caminado la zona o, una descripción de este lugar por algún acucioso observador pero, estos trabajos, deben encontrarse inéditos y olvidados en algún anaquel viejo y empolvado esperando que algún novel practicante los encuentre, esperemos que la brisa de la buena fortuna nos ayude y pronto.


Longueras en el tiempo

La zona arqueológica de Longueras, es un centro urbano con grandes pirámides pre-hispánicas y pre-incas. Estas importantes estructuras piramidales están distribuidas a lo largo de la quebrada, en un uso racional del cauce seco de la quebrada y adaptándose al relieve del terreno.

Este centro urbano de pirámides se muestra a primera vista como una arquitectura típica de períodos inmediato anteriores a la presencia Inca en esta parte de la costa peruana; en el periodo denominado por los arqueólogos como Intermedio Tardío (900 a 1470 d.C.) perteneciente al Curacazgo de Lati (Ate), y políticamente perteneciente al gran Señorío de Ichma o Ychmay en Pachacamac.

A la llegada en 1470 del Inca Tupac Yupanqui a esta parte de la costa, todo estos curacazgos y señoríos fueron anexados al Estado Inca y, el Estado Inca reordeno la organización económica, social y también urbana de estos lugares; muchos sitios fueron remodelado a las exigencias y necesidades del Estado Incas, otros lugares simplemente sus pobladores fueron reubicados en otros lugar quedando dichos asentamientos abandonados. Al parecer, esto último fue el destino del centro urbano de pirámides de Longueras, los grandes señores que vivían y gobernaban allí fueron despojados de todo poder por el Estado inca y sentenciado a abandonar su villa y quizás desterrados a la desgracia sin poder ni fortuna, suerte de vencido.

A partir de ese momento surge el reinado de la zona arqueológica de Puruchuco en donde se establece en nuevo curaca de esta zona, quien gobierna a favor de los Incas, mientras Longueras es abandonado; al parecer desde ese instante este centro urbano se convierte en un sitio muy importante siendo re-utilizado como zona de enterramiento de sus muertos. Al parecer por su importancia antigua Longueras se convirtió en un lugar muy sagrado y venerado para enterrar a sus parientes más importantes fallecidos; tal fue el prestigio de este lugar que personajes importantes de la nobleza incas y/o funcionarios del estado inca fueron enterrados en el lugar, pues en la prospección realizada se observó, producto de la huaquería, fragmentos de cerámicas Inca de excelente factura (Inca Imperial) propios de la nobleza Inca.

En el Centro Urbano de las Pirámides de Longuera también se pueden observar restos de estructuras arquitectónicas mucho más antiguas y que muestran características propias del período llamado Intermedio Temprano (inicio de la era cristiana); el Intermedio Temprano es un momento histórico que se caracterizo por el desarrollo socio-económico regionales, floreciendo aquí la Cultura Lima o Maranga (Malanca), para posteriormente tener fuerte influencias de carácter religioso-ideológico Huari u Horizonte Medio como también es conocido.

En este período en Centro Urbano de Longueras coexistió con otros sitios muy importantes en Lima, como Cajarmaquilla, Maranga, Pukllana, Huaca Trujillo entre muchos otros.

En el Período Intermedio Tardío, es decir, en los últimos momentos de existencia de este centro urbano en la Quebrada de Longuera, previa a la conquista inca, coexistio con el Sitio de Armatambo (Chorrillos), Pachacamac (Lurín), Mateo Salado (Pueblo Libre) entre otros sitios más importantes de Lima.

Las características arquitectónicas de Longuera

El diseño arquitectónico, que se aprecia en el lugar, es el de un Centro Urbano de Pirámides muy bien protegido no solo por las murallas construidas en las partes altas de los cerros que encierran la quebrada, dando un aislamiento protector total a este centro piramidal, sino que se acrecentaba este aislamiento por un pasaje amurallado que flanqueaba la entrada a la ciudadela.

Se ingresaba y se llegaba a una primera pirámide el cual presenta en su parte frontal un laberinto de recintos de paredes rectas con esquinas en forma de ángulos y calles angostas formadas por paredes hechas de muros de barro o tápiales, todo este complejo de calles y recintos encierran en su interior a la pirámide principal de este conjunto arquitectónico.

Continuando hacia el interior de la quebrada se llega a un gran patio o área libre para seguidamente ingresar a otro conjunto de recintos, habitaciones y pasajes o calles que conforman otro “barrio” en Longuera, las cuales también tiene en su interior otra edifico llamado piramidal.

Hacia el fondo de la quebrada encontramos las dos pirámides mayores y seguramente las mas importantes del centro urbano, posiblemente lugar de residencia de los principales de la comarca y sus familias, estas dos últimas pirámides muestran un mayor volumen y solidez; ambas pirámides están separada por un gran pasaje o avenida amurallada que recorre a todo lo ancho de la quebrada yendo de la falda de los cerros de una ladera de la quebrada hasta la otra ladera de la quebrada, dividiendo y separando de esta forma estos dos edificios.

Todas las pirámides existente en Longueras son muy complejas pues presenta una diversidad de divisiones y recintos mostrando un conjunto arquitectónico que evidencia una multifuncionalidad; en donde en la pirámide se realizaba actividades propias de gobierno, mientras en los recintos de niveles bajo se podrían estar realizando labores de orden domesticas, como son: almacenaje de provisiones y mercaderías, cocina, habitaciones del personal domestico y de servicio, corrales de animales tanto para la alimentación como para el acarreo de los productos producidos en el área o de intercambio..

En las partes altas de los cerros, que conforman esta quebrada, se pueden observar existencia de andenerías, muestra de que el lugar también era usado para la agricultura; la existencia de corrales y construcciones similares en las laderas de estos cerros, a parte de las observadas en las partes bajas, evidencia la existencia de una ganadería intensa, posiblemente estos corrales servían para poder guardar las grandes cantidades de llamas usadas para el trasporte de productos propios del comercio.

La existencia de grandes murallas de tápiales en la cima de los cerros, así como el acceso a la ciudad protegida por un pasaje amurallado nos dar la idea de que se trataba de una ciudadela de uso militar o que peligraba permanentemente de ser ataca militar o que ameritaba ser protegida militarmente o defensivamente. Pero una observación más detenida nos permite constatar que estas pirámides se encuentran asentadas en el interior de la quebrada, es decir en las partes bajas de la susodicha quebrada.

Mayormente las ciudadelas de uso militar o los centros urbanos protegidos por peligros de ataques se encuentran en las partes altas o cumbres de los cerros, existen demasiados ejemplos al respecto; la sola presencia de las estructuras en las partes bajas de la quebrada (como en este caso), echa por tierra esta hipótesis militar, pues estar las construcciones en partes bajas los pone en una situación muy vulnerable.

El concepto de los muros de “protección” que encierra este Centro Urbano de Pirámides de Longueras es más con una idea de confinamiento u ocultamiento de vistas profanas o de personas no preparadas o no escogidas para poder observar o ingresar a este centro urbano de pirámides; quizás las funciones de esta compleja urbe de pirámides era de índole más sacras de lo que pensamos, quizás se trate de un centro religiosos y/o administrativo muy importante de esta parte del valle del Rímac. Es muy necesario recuperar este yacimiento arqueológico para la ciencia, para poder realizar las investigaciones respectivas y reconstruir una parte valiosa de nuestra historia que se mantiene aún oculta a despecho de los grandes avances que la arqueología ha realizado.

Nov. 2005.

Resolución Declarando a La Longuera Patrimonio Cultural de la Nación.

Lima, lunes 4 de julio de 2005

De conformidad con la Ley Nº 28296 , Ley General de Patrimonio Cultural de la Nacion; Decreto Supremo Nº 017 -2003 -ED que aprueba el Reglamento de Organizacion y Funciones del Instituto Nacional de Cultura;

SE RESUELVE:

Articulo 1 º.- Declarar Patrimonio Cultural de la Nacion al Sitio Arqueologico La Longuera o Longueras, ubicado en el distrito de Ate Vitarte, provincia y departamento de Lima.

Articulo 2 º.- Aprobar el Plano de Delimitacion Nº PTOP-004 -INC_DREPH/DA/SDIC-2005 , del Sitio Arqueologico La Longuera o Longueras, con un area de 29 .67 ha. y un perimetro de 2517 .65 m. a escala 1 /2000 , de fecha 14 de marzo de 2005 , ubicado en el distrito de Ate Vitarte, provincia de Lima, departamento de Lima, con su respectiva ficha tecnica y memoria descriptiva.

Articulo 3 º.- Aprobar el Plano de Delimitacion Nº PP004 -INC_DREPH/DA/SDIC-2005 , del Sitio Arqueologico La Longuera o Longueras, con un area de 29 .67 ha. y un perimetro de 2517 .65 m. a escala 1 /2000 , de fecha 14 de marzo de 2005 , ubicado en el distrito de Ate Vitarte, provincia de Lima, departamento de Lima, con su respectiva ficha tecnica y memoria descriptiva.

Articulo 4 º.- Disponer la inscripcion en Registros Publicos y en el Sistema de Informacion Nacional de los Bienes de Propiedad Estatal (SINABIP) la Condicion de Patrimonio Cultural de la Nacion del Sitio Arqueologico mencionado en el articulo 1 º y de los planos señalados en los articulos 2 º y 3 º de la presente resolucion.

Articulo 5 º.- Cualquier proyecto de obra nueva, caminos, carreteras, canales, denuncios mineros o agropecuarios, obras habitacionales y otros que pudiese afectar o alterar el paisaje del Sitio Arqueologico declarado Patrimonio Cultural de la Nacion , debera contar con la aprobacion del Instituto Nacional de Cultura.

Articulo 6 º.- Transcribase la presente Resolucion a COFOPRI, Municipalidad Distrital y Provincial, autoridades politicas y civiles correspondientes.

Registrese, comuniquese y publiquese.
LUIS GUILLERMO LUMBRERAS SALCEDO
Director Nacional
11860
http://www.abogadoperu.com/peruano-fecha-20050704-pagina-28.php

Diario La República - Online - El daño de la barbarie



El daño de la barbarie





1. La foto muestra lo que es hoy Longueras: basura y casas prefabricadas. 2. Esta imagen muestra lo que hubo hasta hace poco: construcciones piramidales en buen estado de conservación y paredes que señalaban la importancia del lugar. 20 siglos de historia arrasados por la ignorancia. (Proyección computarizada de Perú Explorer).3. Daniel Chumpitaz, apoyado por colegas del INC, intentó parar la destrucción, y no lo logró. Al lado, restos de ceramios y sogas hechas con cabello humano hallados en La Longuera. (foto Perú Explorer). Haga click en la imagen para ver ubicación de Longueras.


Las Pirámides de Longueras –impresionantes restos preíncas cerca de Lima– estuvieron en pie por veinte siglos, hasta que, hace tres años, una empresa extractora de arena las borró del mapa ante la indiferencia de las autoridades. Esta es la crónica de un acto de barbarie.
Por Nilton Torres V.Fotos: Claudia Alva.
En 1986, el arqueólogo Daniel Chumpitaz Llerena era jefe de campo del Proyecto Cajamarquilla, en Huachipa. Él tenía la costumbre de realizar caminatas de exploración por los alrededores y es así como llegó a la zona conocida como La Longuera, una quebrada ciega de más o menos un kilómetro de extensión, cerca del complejo Puruchuco. Chumpitaz tenía información de que ese lugar figuraba en los registros del Instituto Nacional de Cultura como zona arqueológica monumental, pero no sabía exactamente qué había allí. Hasta que lo vio con sus propios ojos.
Daniel recuerda que logró contar hasta cuatro pequeñas construcciones piramidales, pero además descubrió restos de otros edificios a lo largo de la quebrada. Lo que más lo sorprendió fue la ubicación de esta ciudadela: estaba oculta entre los cerros –lo que le daba un aire de confinamiento– y, sobre estos, se habían construido grandes tapiales, como para ocultarla aún más.
Lo primero que pensó el científico fue que el lugar pudo haber sido una zona militar, pero nadie se oculta en zona baja porque sería vulnerable. "Luego pensé que se trataba de un sitio residencial. Una residencial preínca, si se quiere. Y que probablemente haya sido algún tipo de sede administrativa vinculada a Puruchuco. Y quizá hasta más importante", señala.
La hipótesis que se planteó fue que eran vestigios que se remontaban al año 100 DC, cuando en la zona dominaba la Cultura Lima, y que quizá duraron hasta el dominio del Señor de Lati, poderoso cacique que reinó hasta la llegada de los Incas. Estos habrían conocido el lugar, pues también detectó paredes al estilo del imperio. "Es probable que, con la llegada de los Incas, Puruchuco se convirtiera en sede del poder, y sitios como Longueras fueran abandonados", agrega.
Pero todo esto solo son hipótesis que ahora jamás podrán ser comprobadas pues, por increíble que parezca, estas construcciones, que estuvieron en pie durante 20 siglos, solamente deterioradas por el paso del tiempo, fueron destruidas hasta sus cimientos en solo un año, por la ignorancia de una empresa extractora de arena y la angurria de los traficantes de tierras. Ellos juntos borraron todo vestigio de las llamadas Pirámides de Longueras.
Arrasar con el pasado
Daniel Chumpitaz no soñó con las Pirámides de Longueras. Estas existieron y prueba de ello está en un catastro que hizo el INC en 1974, donde las consignó con el nombre de Quebrada Catalina Huanca. En 1988, aparecen en el inventario del Patrimonio Monumental Inmueble "Valles del río Chillón, Rímac y Lurín". En 1993, se les menciona cuando el municipio de Ate solicita construir un cementerio en la quebrada y el pedido es denegado por ser zona arqueológica. Y ya como La Longuera o Longueras, figura en el inventario arqueológico de Ate, publicado en el 2000.
Todo comenzó, cuenta el arqueólogo, cuando la fábrica de ladrillos Proceram pidió en concesión, para extraer arena, la parte de la entrada de la quebrada y se posicionó en el lugar, cerrando todo paso hacia la zona arqueológica.
En enero del 2005, el científico regresó allí alertado por gente que hablaba ya de la destrucción de las construcciones preíncas e interesado en que se inicien trabajos formales de estudio. Burlando la vigilancia, constató la destrucción a la que estaban siendo sometidas y en marzo presentó una denuncia ante la fiscalía especializada en la preservación del patrimonio de la nación. Además, se puso al INC al tanto del tema, enviándole un oficio firmado por el entonces decano del Colegio de Arqueólogos del Perú, Francisco Iriarte Brenner.
Esto dio pie para que, el 27 de abril, un grupo de peritos, encabezados por María Elena Córdova, funcionaria del INC, y el fiscal Edgardo Santillán del Águila, ingresara a los terrenos de la cantera y lo que encontró quedara registrado en el acta que se levantó. Lo que dice esta es indignante.
La zona arqueológica ha sido impactada parcialmente por la cantera. En su superficie se observa fragmentaria de cerámicas de carácter arqueológico. Se observa restos de muros arqueológicos que se encuentran expuestos por el deslizamiento producido por la cantera. También observamos material óseo humano y basura arqueológica. Una trocha carrozable ha cortado un muro arqueológico…. Colindante a la cantera se aprecian estructuras arqueológicas de planta circular y rectangular que no han sido dañadas. En el límite sur de la cantera se encuentra un montículo arqueológico en buen estado de conservación pero que podría ser dañado por futuros deslizamientos a consecuencia de las excavaciones de la cantera.
Y es que no solo se estaba destruyendo los restos arqueológicos con los trabajos de la arenera, sino también vendiendo terrenos al interior de la quebrada.
La recomendación, después de esta visita, fue paralizar las obras de extracción de la arena y todo tipo de habilitación urbana. Además, el INC solicitó comunicar a la municipalidad de Ate sobre la depredación de la zona, y al Ministerio de Energía y Minas sobre cómo la ladrillera había afectado la zona, y recomendó sancionar a la empresa Proceram con 50 Unidades Impositivas Tributarias (UIT). Nada de esto se cumplió y, según Daniel Chumpitaz, la sanción es irrisoria pues la ley les permitía multarlos hasta con 1000 UIT.
En lo que siguió del año, el arqueólogo continuó con su quijotesca lucha y elevó su denuncia al Congreso de la República, a la quinta fiscalía de prevención del delito de Lima y patrimonio cultural, y también a la 45 fiscalía penal de Lima.
Finalmente, el 21 de noviembre del año pasado, Chumpitaz acompañó a Teresa Verástegui, directora del Museo de Puruchuco, y a otras autoridades que hicieron una nueva visita a La Longuera, encontrando la zona casi devastada en su totalidad, además de restos de cenizas quemadas con textiles de algodón prehispánicos y restos óseos humanos. Es decir, habían quemado fardos funerarios (momias) para ocultar la destrucción de los restos arqueológicos.
El último de los mohicanos
Desde la cima de uno de los cerros que encierra la quebrada de La Longuera, al que hemos subido clandestinamente, tratando de evitar contacto con los matones que la empresa ladrillera contrata para evitar que los arqueólogos anden husmeando, el espectáculo que se presenta es sobrecogedor. Ya no hay nada que indique que allí hubo alguna vez una zona arqueológica . Solo se ve a los camiones cargando arena, otros descargando desmonte para rellenar los agujeros que dejan las excavaciones, y también el despliegue de casas prefabricadas y las líneas blancas que señalan inequívocamente la lotización de los terrenos.
El rostro de Daniel cambia al ver la quebrada. Dice que ahora solo en las laderas queda basura arqueológica, algunos muros, pero los edificios y la urbanización han sido arrasadas completamente.
"Cuando vine la primera vez, desde donde estamos podíamos ver todas las estructuras, los muros, las pirámides. Como puedes ver en Cajamarquilla o en la Huaca Pucllana. Ahora ya no hay nada. La zona arqueológica ya no existe y entonces ahora la arenera puede decir que ellos no han hecho nada y encima están trabajando con una inmobiliaria que está vendiendo lotes de terreno".
Daniel Chumpitaz mira nuevamente hacia la quebrada y cita una frase de un libro que conoce bien: "Vi nacer y morir al último de los mohicanos". Así se siente el investigador.
"He sido testigo de cómo han ido destruyendo todo. Fui testigo de un esplendor oculto. Y lo que más me pesa es que no tuve tiempo de hacer fotografías cuando vine por primera vez. Es que uno piensa que eso que ha resistido tantos siglos no va a desaparecer jamás. Me equivoqué", dice el arqueólogo como haciendo un mea culpa injustificado.
La última acción tomada por Daniel Chumpitaz ha sido denunciar al INC y a su director, el doctor Luis Lumbreras, por delito de omisión de funciones al no haberse ocupado del tema en su momento. Pero esto no palia el dolor que siente al saber que las nuevas generaciones nunca podrán ver las Pirámides de Longuera. Aunque por su propia boca asegura que no parará hasta que alguien asuma su responsabilidad.
Buscando responsables
Alejandra Figueroa Flores, directora del área de Arqueología del INC, manifiesta que ellos han participado de manera activa, desde el 2002, en la recuperación de Longueras. Asevera que realizaron varias inspecciones, acompañados por fiscales, en las que se toparon con resistencia por parte del personal de la ladrillera Proceram, por lo que no lograron detener la destrucción del sitio arqueológico. "El 24 de junio del 2005 se declaró a Longueras como patrimonio de la Nación y el caso pasó al Poder Judical. Lamentablemente la destrucción fue más rápida que nuestras acciones", reconoce la licenciada Figueroa, y añade con pesar que una situación como esta podría repetirse debido a la falta de presupuesto del INC para proteger (léase levantar un cerco y poner guardianía) los más de 40 mil sitios arqueológicos que existen en el país. En cuanto a los representantes de Industrias Proceram S.A., compañía que ha sido señalada directamente como la causante de la destrucción de La Longuera, intentamos comunicarnos con su gerente general, Jorge Delgado de la Puente, pero por más que insistimos, nunca pudo atendernos por encontrarse ocupado en diversas reuniones de trabajo, según nos informaron las secretarias de la empresa.